Las escusas son las que nos hace retrasar el cumplimiento del proposito de Dios en nuestras vidas. A veces, Dios tiene que hacernos parar, meditar, y reflexionar nuestras vidas para hacer nuestra parte en Su plan magnifico.
A veces nos llega circunstancias negativas, tormentosas, y dolorosas a nuestras vidas y tratamos de buscar a Dios y es como si El ya no está presente. Somos nosotros que, en vez de mantenernos firmes en las promesas de Dios, empezamos a alejar de Él. A pesar de nuestro dolor y aun alejamiento de Dios, El Señor siempre nos recuerda, "Volveos a mí y yo me volveré a vosotros."
Jesus no vino para cumplir nuestras expectativas, Él vino para cumplir con la misión de Su Padre - restaurar la humanidad con Dios. Cleofás y su companero no entendieron el plan de Dios y ellos estaban de rumbo a otro lugar, lejos de donde tenían que estar. Pero después de ser revivido, volvieron. Quizás el lugar de derroto, es el mismo lugar que Dios se presenterá y se glorificará.
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